“El Partido Intransigente no ha ocultado jamás su vocación frentista. Un programa revolucionario como el que se inscribe en nuestra bandera no puede ser obra de un sector social aislado ni de un solo partido político. Requiere la unidad férrea de todos los estamentos de la sociedad argentina vinculados por el común denominador de su signo nacional. Reconoce en la clase trabajadora su eje cardinal, porque sólo ella posee la vocación revolucionaria imprescindible para dotar al conjunto de la fuerza necesaria y para garantizar la rectitud de un curso a cubierto de desviaciones. Demanda la participación de los empresarios nacionales antimonopólicos y de los productores rurales no latifundistas, a los que cabrá la responsabilidad de concretar una contribución decisiva al desarrollo nacional. Y exige la presencia enriquecedora de las vastas capas medias, esenciales por su significación y por su número y particularmente portadoras de aptitud científica y técnica, de talento creativo y de idealismo militante. Los sectores populares y nacionales encuentran expresión política a través de distintos partidos y fracciones. A esas expresiones del pensamiento popular está dirigida la vocación frentista del Partido Intransigente. Esa es la unidad que preconizamos. No la maliciosa unidad total, que reúne a los corderos con los lobos. Sino la unidad popular para la liberación.”
Oscar Alende
nacional@pi.og.ar